A estas alturas, puede afirmarse que casi nadie en Ronda está en contra de la regulación del tráfico rodado por el Puente Nuevo, seña de identidad y motor económico de nuestra ciudad. La cuestión está en cómo y cuándo hacerla.
La
peculiar orografía de Ronda con una vía férrea que ahoga su
crecimiento urbano natural, junto al pésimo desarrollo urbanístico
de las últimas décadas realizado con una absoluta carencia de
previsión, fruto de decisiones políticas centradas más en los
intereses privados de unos pocos que en los de la ciudadanía. A lo largo de los años nos hemos encontrado con una ciudad en en la que los desplazamientos por medio de los vehículos de cuatro ruedas representan un
grave problema.
Por
fin, un equipo de Gobierno Municipal, aunque tímidamente, parece intentar dar
una respuesta a este acuciante problema que no es nuevo -figura 1-. Esperamos y deseamos,
que este tipo de actuaciones no se limiten al ámbito del barrio de la Ciudad y al eje Cuesta de las
Imágenes, Armiñán y Puente Nuevo.
A
estas alturas, nadie puede negar que la tendencia actual, no hay
otra, es limitar el tráfico en los centros de las ciudades, grandes
y pequeñas. Son muchas las razones para ello destacando, entre otras, las de naturaleza económica, conservacionista y salud medioambiental.
Puede afirmarse que casi nadie en Ronda está en contra de la regulación del
tráfico rodado por el Puente Nuevo, seña de identidad y motor
económico de nuestra ciudad. La cuestión reside en cómo y cuándo
hacerla.
Al
fin, el Ayuntamiento de Ronda iniciará en fechas
próximas la necesaria regulación del tráfico en esta zona, a la
que se oponen especialmente la Plataforma Ciudadana de Afectados por
el Corte del Puente Nuevo de Ronda y el Partido Popular de Ronda,
quienes exigen la creación de un trayecto alternativo antes de implantar
esta medida reguladora.
Fig 2. Vial alternativo propuesto por el PP de Ronda |
La
alternativa propuesta (figura 2), destructora de nuestro paisaje que
es fuente de riqueza, discurriría en la vecindad de las murallas de la
Cijara, Baños Árabes, arroyo de Las Culebras y rio Guadalevín, es
inviable por pasar por una zona declarada como Bien de Interés
Cultural o de influencia, ya que existen normativas de orden autonómico y
estatal que lo impedirían.
Es más, supongamos que es factible este
trayecto que, por cierto, tardaría años en ser aprobado y construido y con un inasumible coste económico para una ciudad endeudada como Ronda. ¿A dónde nos conduciría
este «vial alternativo», linea negra de la figura 2, en nuestro intento de llegar al centro de Ronda o más allá de éste? Veamos (http://ronda.callejero.net/):
1º. A la zona de la calle Real, singular entorno, que no puede ni debe
soportar tráfico rodado alguno que no sea el de sus vecinos. Linea de color amarillo.
2º.
A la estrecha y empinada calle de la Tomilla y desde ella a calle Montes. Linea de color verde.
3º. A la calle Pinsapar y desde ahí a las calles Albahaca y Granada. Línea de color verde.
4º. A la Avenida Juan Pablo II, y desde ahí a la calle de La Toma hacia la
Avda de Málaga. Esto es, por el Mercadona de San Rafael y el
vericueto de calles que le rodea. Líneas gris y azul.
Señores y señoras, ni
es viable el trayecto alternativo propuesto por el Partido Popular de
Ronda, y lo saben, ni tampoco son viables los accesos a los que
abocaría éste. ¿Qué tiempo ahorrarían los ciudadanos utilizando
estos accesos? Seguro que tardarán más que por la circunvalación y gastarán más gasolina.
Fig.3. A dónde conduciría el vía propuesto por el PP de Ronda. |
Señoras y señores: ¡olvídense
de ello!, y les decimos tal como les decía
Margaret
Thatcher a
quienes se enfrentaban a su proyecto
neoliberal: «There
is no alternative»
(No
hay alternativa).
Pero afortunadamente no es así y al igual que hay medidas alternativas a las políticas neoliberales,
también
las hay en Ronda para
la movilidad. Éstas pasarían
por lo que ha venido a denominarse Movilidad Sostenible en la que los desplazamientos a pie -el
saludable coche de San Fernando-,
en bicicleta o en servicios de transporte público son los elementos sobre los que debe pivotar
la movilidad.
Hay
que poner trabas
al uso abusivo del coche privado, acaparador de un espacio público, que
es de todos, fuente de contaminación y causa de enfermedades.
Hay
que reparar y acondicionar,
incluso valorando la idoneidad de su desdoble, la
circunvalación
de Ronda, -confundida
por algunos con una variante- y que se encuentra en un pésimo estado, tal como ocurre con la mayoría de nuestras carreteras. Finalmente, habrá que
soterrar
las vías del tren que parten nuestra ciudad en
dos.
Tareas
éstas
que corresponden
respectivamente, al
Gobierno
de la
Junta de Andalucía
y al Gobierno
de España.
Así
pues, señoras y señores, ya saben dónde apretar y
no se ensañen en la figura de una concejala que ha asumido este compromiso y que ha tenido el valor suficiente para afrontar este ineludible asunto.
Desde
aquí exigimos más medidas en aras de una movilidad sostenible (saludable), mientras se elabora, aprueba y pone en marcha un
Plan de Movilidad para Ronda, a
la que el equipo de Gobierno Municipal está obligado moralmente y estará obligado legalmente con la
inminente Ley
Andaluza
de Movilidad
Sostenible, que ya acumula un injustificable retraso.